Foto. Edu Navarro. Periódico de Aragón. |
José Luis Abós hace tiempo que se ganó ese respeto que ni se compra ni se
vende. No necesitó obsequiar a los suyos con escandalosas risas tan ruidosas
como falsas, despreció siempre las cóleras públicas que muchos organizan en sus
diferentes escaparates pero que, aún llamando la atención, se
transforman en nada cuando llega el momento de pasar a la acción. El técnico
del CAI Zaragoza aportó una inusual normalidad a su día a día que en poco lo
convirtió en diferente. "Pepelu" se ha ganado ese respeto que se acoge
siempre a la verdad con escasos pero sólidos discursos y trabajo conciso, esa
gran virtud que bajo ninguna circunstancia tolera la mentira repugnando a la
calumnia, a el engaño y a la sumisión.
El técnico humilde es la mejor fórmula para llevar adelante un proyecto sólido
porque sólo él es capaz de saber sin dudar que el éxito del colectivo será el
triunfo del individuo, solo estas personalidades desprecian su vanidad y matan
su soberbia engrandeciendo de esta forma sus cualidades personales y triunfos
profesionales. José Luis Abós, y a continuación afirmo lo que hace años afirmé,
como bien saben aquellos que me siguen y el propio interesado, hubiera tenido un reconocimiento de Rey si hubiese respondido al apellido de
Abosovic...maldito castellano!!
El técnico aragonés posee la madurez suficiente como para vivir con honor la
soledad del técnico, él sabe que las victorias son de otros y las derrotas tan
solo tienen un padre. No le importa. ¿Por qué debería hacerlo? El
entrenador es el responsable de sacar el mayor rendimiento a una docena de
estrellas o estrellitas egoistas que se iluminan y apagan, él es el
electricista silencioso que empalma los cables con la suavidad necesaria como
para no dañar los circuitos. José Luis cambia poco pero reinventa mucho, los
cables que le conceden para cada trabajo nada tienen que ver el uno con el
otro, él los empalma siempre...y los vuelve a empalmar año tras año.
Pepelu, como así lo llaman sus verdaderos amigos y aquellos aduladores de
pacotilla a los que les gustaría serlo por intereses varios, es ese vecino con
el que cada mañana arreglas el mundo en tan solo 60 segundos en ese típico y
tópico debate exprés que siempre se genera en ese montacargas que
transporta a las personas hasta su dulce morada o hasta la calle agria. El
técnico del CAI Zaragoza regala humildad porque hasta para esto se muestra
generoso, él siempre está ahí, mirando, observando, escuchando y hablando con
todo aquel que quiera hacerlo...Pepelu, tan solo eso.
QUIQUE RIVEROLA
QUIQUE RIVEROLA
"El trabajo en equipo es la esencia de la vida. Todos somos jugadores de un equipo, nos demos cuenta o no". Pat Riley.
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