viernes, 24 de enero de 2014

El Real Zaragoza debe mejorar sus números como local si quiere lograr el ascenso

Foto. Internet
El Real Zaragoza está lejos de convertir La Romareda en un fortín. Los guarismos alcanzados por los pupilos de Paco Herrera en su propia casa no son los más adecuados siempre y cuando se piense, como así es, en el gran objetivo del ascenso. Lo deseado por todos, dirigentes, técnicos, jugadores y afición siempre ha sido la conquista del equilibrio tanto en casa como fuera de ella, pero la clave real es la fortaleza que un conjunto pueda demostrar en su propio estadio.
                 
En el Estadio Municipal de La Romareda, el Real Zaragoza ha dejado que sus rivales se sientan como en su propia casa jugando con la tranquilidad que otorga el saber que en algún momento llegarán las oportunidades claras, una liberación mental que otorga una frescura futbolística que genera juego fluido y templa los nervios. El fútbol que debe mostrar el equipo aragonés en su propio estadio debe estar cargado de energía e impacto, con variantes y recursos varios que permitan la inmediata reacción ante cualquier acción.

El Real Zaragoza tan solo ha sumado 5 triunfos tras los 12 partidos disputados en el Estadio de La Romareda, a lo apuntado hay que sumar tres derrotas y cuatro empates que se antojan insuficientes para un equipo que quiere estar entre los más grandes de la Segunda División al finalizar la temporada. Los guarismos lo dicen todo y muestran las carencias numéricas de un equipo que debería ser un bloque compacto en su propio campo. Los aragoneses, que han sumado 19 puntos de los 36 que se han puesto en juego en La Romareda, han marcado 15 goles habiendo recibido 10 en su propio feudo, números que muestran inestabilidad y que deben preocupar o cuando menos ocupar.

Lo positivo, de ahí que el Real Zaragoza haya podido asomar la cabeza entre los puestos altos de la clasificación, es que el equipo aragonés ha sumado 14 de los 30 puntos que se han disputado lejos de La Romareda, un porcentaje que solo mejoran tres equipos de la categoría; el Deportivo, el Recreativo y la UD Las Palmas. En 10 partidos fuera de casa, el Real Zaragoza ha firmado cuatro derrotas, dos empates y otras cuatro victorias, varias de ellas contra rivales directos en la lucha por el ascenso. 

Sin poder discutir los datos al ser tangibles, evidentes y contundentes, lo cierto es que en esto del fútbol parece más sencillo mantener la regularidad en tu propio campo que hacerlo fuera del mismo. Al final es la propia liga la que pone las cosas en su sitio haciendo, en la mayoría de las ocasiones, que los equipos sumen la mayor parte de sus puntos en su propia casa. El Real Zaragoza se ha puesto en una situación preocupante al caminar sobre el alambre del miedo, cosechar dos o tres derrotas más en La Romareda supondría convertir el objetivo del ascenso en un auténtico milagro, como milagro sería mantener la buena trayectoria que el equipo está mostrando como visitante. Si el equipo quiere ascender, La Romareda deberá ser el fortín que no ha sido hasta la fecha.   

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"Ningún éxito en la vida compensa el fracaso del hogar " David O.McKay                                                

jueves, 23 de enero de 2014

Podcast 2010: "Expediente Paok"; 19 años después recordé con los protagonistas la final de la Recopa entre el CAI y el PAOK

Foto. @ZorbaSalonica
Durante las décadas de los 80 y los 90, la desatada pasión de la afición helena convirtió las canchas griegas en un auténtico infierno para todos aquellos clubes extranjeros que tuvieran que visitarlas en competición continental. Todos recordamos aquellos partidos de Copa de Europa, llenos de sobresaltos, celebrados en la pista del Aris de Salónica. Cuando no había invasión de pista, eran las sillas del pabellón las que volaban por el parquet; en otras ocasiones, un medido y oportuno apagón suspendía el encuentro y permitía finalizarlos prácticamente a puerta cerrada. Sin embargo, el suceso más vergonzoso protagonizado por el público griego tuvo lugar a más de mil kilómetros de las tierras helenas, concretamente en el marco de la final de la Recopa de 1991, celebrado en Ginebra (Suiza)

Aquella final de la Recopa fue disputada por el PAOK de Salónica y el CAI Zaragoza. Los aragoneses se presentaban como favoritos frente a un conjunto heleno que contaba en sus filas con el mítico pívot Panagiotis Fassoulas. Con el internacional heleno formaban la columna vertebral del equipo los tiradores Bane Prelevic y John Korfas - un hombre con un lanzamiento letal que ejecutaba a una mano. Era de origen estadounidense y contaba con pasaporte griego, pero no podía disputar competiciones continentales como jugador heleno. No disputó esta final de la Recopa -, además de uno de los jugadores norteamericanos con mejor cartel en Europa: el sobrio Ken Barlow. A partir de ahí, escasos recursos adicionales. Aguerridos jugadores como Papahronis, Stavropoulos, Makaras, Ioanou o Bodouris. Poca cosa frente a un conjunto que contaba con uno de los mejores planteles de jugadores nacionales en la ACB (los hermanos Arcega, Quique Andreu, Ruiz Lorente, Paco Zapata y los pujantes Hernández y Murcia), además de una pareja norteamericana de lujo: el tirador Mark Davis (el máximo artífice, con sus 44 puntos anotados en la final, de la Copa del Rey conquistada por el CAI en 1990) y Kevin Magee, el idolatrado jugador que regresaba, tras 6 exitosas temporadas en el Maccabi de Tel-Aviv (donde, por cierto, coincidió con Barlow), al equipo que le sirvió de trampolín en el basket europeo. Todos ellos dirigidos por Manel Comas…Los aragoneses cayeron por 76-72 tras algo más que un partido. Todo lo que ocurrió entonces fue recordado en el programa deportivo radiofónico El Banquillo el pasado 26 de marzo de 2010, 19 años después de los hechos. Hoy, en este mi blog que es el vuestro, he querido recordar ese programa que yo no olvido.

“Expediente Paok” fue el título con el que definí a una serie de programas que fui realizando durante el año 2010 para homenajear a los héroes que nos hicieron soñar y vibrar en esa gran final de la Recopa de baloncesto que enfrentó al CAI Zaragoza contra el PAOK de Salónica. Hoy reúno todos ellos para que podáis disfrutar tanto como disfruté yo haciéndolos. Esa gran final fue recordada 19 años después con los protagonistas, alguno de ellos emocionado; José Luis Rubio, Fernando Arcega, Pedro Barthe, Manel Comas, Pepe Arcega y Paco Binaburo…


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"Es una antigua historia que resulta siempre nueva",  Heine Heinrich


lunes, 20 de enero de 2014

La irregularidad de los 50 y el estreno de La Romareda

Foto. Internet
Tras el ascenso logrado por Real Zaragoza en la temporada 50/51, poco tiempo tardó el equipo en darse cuenta de las dificultades que entrañaba la máxima categoría del balompié nacional, fue en Bilbao en donde el equipo aragonés descubrió el potencial de la primera división al caer derrotado por diez goles a uno frente a los bilbaínos. El húngaro Berkessy, ex–jugador del F.C. Barcelona, se hizo cargo del equipo en lugar de Juanito Ruiz. En liga el Real Zaragoza quedó en duodécimo lugar, aunque en Copa logró vengarse del Athletic tras vencerle por cuatro goles a cero tras un encuentro memorable que fue recordado durante mucho tiempo por la gente de la época.

En la campaña 52/53 la situación del Zaragoza se oscureció de nuevo, tanto el entrenador como el presidente tuvieron que abandonar el barco y el descenso volvió a convertirse en una triste realidad tras ocupar la última posición de la clasificación. El nuevo presidente fue Don Cesareo Alierta, el técnico en esta nueva aventura en la división de plata pasó a ser un Domingo Balmanya que pronto fue sustituido por Eguiluz. Esa temporada, en la que debutó el inolvidable Yarza, el equipo fue noveno.

En la temporada 53/54 el conjunto aragonés volvió a fracasar en su intento de regresar a la primera división del fútbol español. A la temporada siguiente el equipo terminó con éxito, el Zaragoza, capitaneado por Avelino Chaves, retornó a la máxima categoría del balompié.

En la temporada 1956/57 el equipo celebró sus bodas de plata, concretamente el 18 de marzo. Con Quincoces como entrenador, que regresó al club diez años después, el Zaragoza salvó la categoría en el último encuentro, aunque para entonces Quincoces ya había dejado su sitio a Casariego.


En Septiembre de 1957 se inauguró el Estadio Municipal de La Romareda. Atrás quedó Torrero, con capacidad para apenas 15.000 espectadores. Con Cesareo Alierta como presidente se inauguró un campo que costó veintiún millones de pesetas y cuyo proyecto fue firmado por el arquitecto Francisco Riestra. La dirección de la  obra corrió a cargo de José Beltrán. El encuentro que sirvió para inaugurar el Estadio Municipal de La Romareda enfrentó a Zaragoza y Osasuna, siendo finalmente los aragoneses los que se llevaron la victoria tras vencer por cuatro goles a tres. En un principio el invitado iba a ser el Real Madrid, pero al no poder acudir por diferentes motivos fueron llamados los navarros. En lo puramente deportivo la temporada en la que se inauguró la Romareda no pasará a la historia...


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"No hay más que una historia. La historia del hombre" Tagore Rabindranath.

miércoles, 15 de enero de 2014

Agapito quería contar con Movilla hasta final de temporada

Foto. G.Mestre
Afirmar que ha sido el Real Zaragoza quien ha apartado a José María Movilla del equipo es una afirmación temeraria que se aleja de la verdad. El máximo responsable de las decisiones tomadas a lo largo de los últimos días con respecto al centrocampista del equipo aragonés ha sido el Director General de la entidad, Jesús García Pitarch. Unas decisiones que no comparte el máximo accionista del club aragonés.

Agapito Iglesias hace tiempo que marcó el camino a seguir obligado por sus propios errores y sus excesivos excesos; la austeridad debía ser el embrión que engendrase todas las decisiones tomadas desde el club. El desprenderse de aquellos jugadores que disfrutan de las fichas más altas, o de aquellos que aportan poco, es una decisión con la que podría estar de acuerdo el máximo accionista, pero no ahora, ni mucho menos en el caso de José María Movilla, en esta caso ni el fondo ni con las formas de Pitarch han gustado a Agapito Iglesias. El máximo accionista considera que no es el momento de fabricar guerras innecesarias con decisiones que deberían haberse tomado a final de temporada y que ahora pueden perjudicar al equipo y a su persona.  

A Agapito Iglesias le hubiera gustado contar con José María Movilla hasta final de temporada y entonces, solo entonces, hubiese negociado una salida pactada con el centrocampista del Real Zaragoza. Pero una vez más el máximo accionista camina por un sendero mientras Jesús García Pitarch lo hace por un laberinto estrecho mostrando actitudes por muchos cuestionadas. ¿Por qué si el máximo accionista no está de acuerdo con esta decisión no está Movilla vestido de corto? Pues porqué el contrato de Jesús García Pitarch podría incluir una cláusula en la que de forma clara y contundente quedaría reflejada la imposibilidad de Agapito Iglesias de entrometerse en todas aquellas decisiones que, acordes con su cargo, pudiera tomar el Director General. En estos momentos Pitarch hace y deshace porque tiene libertad para ello. 

Ahora, y tras estas decisiones, Agapito espera que García Pitarch sea capaz de alcanzar el objetivo que hace algunos días le marcó al Director General, encontrar una serie de jugadores que pudieran reforzar el equipo en el mercado invernal y que llegaran a coste cero, fundamentalmente para eso llegó al Real Zaragoza. Y por cierto, si buenos han sido para el equipo los resultados logrados a lo largo de los últimos partidos, también buenos han sido para García Pitarch…

                                                     QUIQUE RIVEROLA

"El único vicio que no puede perdonarse es la hipocresía" William Hazlitt. 

viernes, 3 de enero de 2014

El descenso del Real Zaragoza a la Tercera División y la llegada de “Los Millonarios”

Foto. Internet
En 1947 no sólo el miura Islero mató a Manolete...ese año el Zaragoza dio con sus huesos en el infierno de la Tercera División, una categoría en la que debutó con un equipo cogido con alfileres. A comienzos de año el entrenador Sorribas tuvo que dimitir sustituyéndole Soladrero. El equipo terminó tercero, una posición que le obligó a jugar un año más en la división de bronce. Al terminar la temporada se hizo cargo del club Jesús Valdés, quien llegó con nuevos bríos, fue precisamente él quien devolvió la ilusión a la triste y desesperada afición aragonesa. A partir de esa campaña, temporada 48/49, el equipo comenzó a dar otras sensaciones con Paco Bru en el banquillo. El ascenso se vio venir durante una campaña regular y extraordinaria, aunque esta meta no se alcanzó hasta el último encuentro de Liga tras empatar a dos contra el Atlético Baleares.

El Zaragoza regresó a la segunda división del fútbol español y los aficionados volvieron a soñar con el regreso a la máxima categoría una década después. A punto estuvo el equipo de alcanzar el objetivo tras su primera temporada en la división de plata, pero el Zaragoza no pudo pasar de la cuarta posición. Al finalizar esa campaña dimitió Jesús Valdés, y fue José Descartín quien se hizo cargo de la presidencia, aunque su paso fue fugaz, el 30 de enero de 1950 fue nombrado nuevo presidente del club Don Julián Abril. Como responsable técnico se nombró a un Juanito Ruiz, quien pronto fue sustituido por un Planas al que le fue imposible lograr el ascenso, el Zaragoza volvió a ser cuarto.

En la campaña 50/51 el Zaragoza volvió a saborear las mieles del éxito con el ascenso a la primera división. El Zaragoza logró el ascenso y el Doctor Abril fue sacado a hombros. Bajo la personalidad del Doctor Abril llegaron al equipo dos internacionales que habían triunfado en el Mundial de Rio, Rosendo Hernández y Gonzalvo. El primero, especialmente, fue un fichaje que resultó astronómico para aquellos tiempos, el presidente del Real Zaragoza, Julián Abril, quien como primer objetivo quería lograr el ascenso a Primera División para después relanzar al club hacia objetivos más ambicioso, desembolsó 600.000 pesetas al Espanyol y pagó una ficha de 315.000 pesetas al jugador cuando el límite reglamentado por la Federación Española de Fútbol estaba establecido en 2.500. El equipo se ganó, por lógica, el sobrenombre de "Los Millonarios". El presidente solicitó una derrama de 500 pesetas a los socios, que cumplieron con puntual fidelidad, para afrontar un presupuesto próximo a los seis millones de pesetas. La prensa lo calificó entonces como el mejor equipo de la historia.

                                                     QUIQUE RIVEROLA

"El único deber que tenemos con la historia es rescribirla" Oscar Wilde. 

jueves, 2 de enero de 2014

Molinos reclama una indemnización a Agapito y le amenaza con denunciarle si no desvincula su nombre al de presidente de la entidad

Foto. Ángel de Castro
El circo en el que parece haberse convertido el Real Zaragoza no tiene parangón, ni el Ligre, mitad león y mitad tigre, es capaz de hacer sombra a ninguna de las actuaciones que se ofrecen bajo la carpa del club aragonés. El último espectáculo que podría ofrecerse en las próximas semanas en la entidad aragonesa supera el esperpento del propio Valle Inclán; el presidente del club podría denunciar al máximo accionista del mismo presentando una demanda a la Liga de Fútbol Profesional. Esta claro, visto lo visto y vivido lo vivido, que hoy en día las artes circenses no son únicas de las pistas del circo.   

Fernando Molinos llegó al Real Zaragoza a comienzos de junio de 2012 mostrando escasa implicación si atendemos a la rueda de prensa que dio el día 11 de ese mismo mes en Barcelona, en ella, entre otras muchas cosas, comentó que; “Espero que mi estancia en Zaragoza sea no muy dilatada y vuelva a residir en donde esta mi familia y mis amigos que es Barcelona”.  Dicho y hecho, no solo su estancia ha sido dilatada en el tiempo sino que su presencia se ha mostrado casi imperceptible al ojo humano, y aún podría haber sido menor su visialización si hubiese aceptado la propuesta de Agapito Iglesias de presidir el Real Zaragoza manteniendo su residencia en Barcelona.  

Fernando Molinos aceptó presidir el Real Zaragoza tras una última oferta realizada por Agapito Iglesias que acendió hasta los 600.000 euros aproximadamante, cantidad muy por encima de la primera oferta presentada y que supuestamente fue exigida por el que finalmente sería presidente. Una temporada después Molinos desapareció del mapa zaragocista tras anunciar que su mandato había terminado y que tan solo era cuestión de tiempo el hacerlo oficial. Pues bien, el que tiempo después su nombre siga relacionándose con la presidencia del Real Zaragoza, y que no se hayan cumplido algunas promesas de Agapito, han terminado con la paciencia del supuesto presidente. Vayamos por partes;

Al finalizar la pasada temporada Agapito Iglesias pudo proponerle a Fernando Molinos seguir como presidente del Real Zaragoza aún siendo este figura decorativa. El máximo accionista le pudo ofrecer a Molinos la cuarta parte de lo cobrado hasta ese momento, unos 150.000 euros tan solo por tener un nombre ligado al de presidente del club, nada más, ninguna responsablidad más, eso sí, el presidente podría vivir durante su mandato tranquilamente en Barcelona. Molinos pareció aceptar sin pensarlo dos veces aunque solicitando que el acuerdo fuese formalizado en un documento escrito. Agapito, a priori, pareció no poner problema alguno...Tiempo después, el 31 de agosto, y coincidiendo con el partido del Real Zaragoza en el Mini Estadi frente al filial del Barcelona, Molinos, Agapito y el hijo de este último parece que comieron juntos en la Ciudad Condal, en ese supuesto encuentro el máximo accionista pudo comunicarle a Molinos que la cantidad prometida debía reducirse un 50%, por lo que no se le podía ofrecer más de 75.000 euros aproximadamente. El presidente pareció no recibir con agrado la noticia y pudo pedir una cantidad cercana a los 120.000 euros dando unos días a Agapito para contestar a la contraoferta. Tras la supuesta comida todos acudieron al campo, Molinos al palco y el máximo accionista a la grada junto a su hijo. El problema para el presidente llegó cuando Agapito no respondió a las múltiples llamadas que este se vio obligado a realizar ante el silencio del segundo con respecto a la contraoferta. Molinos pudo llegar incluso a llamar a Paco Checa, quien dijo no saber nada del tema aún habiendo estado supuestamente presente en una comida celebrada en un restaurante de Zaragoza con los dos protagonistas...Al tiempo el silencio se rompió, supuestamente Molinos recibió una llamada de Javier Bazaco, socio de Agapito, en la que se le pudo comunicar al presidente que el máximo accionista no había podido atenderle por cuestiones laborales, pero que era imposible llegar a la cantidad solicitada y que por ello debía reducir sus pretensiones. Tras unos días, Fernando Molinos, cansado de dimes y diretes y harto de ver su nombre ligado constantemente a la presidencia del Real Zaragoza, explotó, y explotó definitivamente tras las críticas que recibió su persona por no estar presente en la Junta que tuvo lugar el pasado 19 de diciembre. Es por todo lo comentado con anterioridad por lo que hace algunos días Fernando Molinos pudo enviar un Burofax a Codesport en el que podría haberle solicitado a Agapito Iglesias que retirase su nombre de forma inmediata de todos los documentos o medios públicos en los que aparece su persona ligada a la de presidente del Real Zaragoza, entre esos medios se encuentra la página web de la entidad. Además, Molinos podría estar solicitando una cantidad cercana a los 60.000 euros como indemnización por desagravio…

Así parecen estar las cosas actualmente entre Agapito Iglesias y Fernando Molinos, mañana…no lo sé, está muy lejos.

                                                     QUIQUE RIVEROLA

"A quien no justifica nuestra desconfianza llamamos enemigo, ladrón de una esperanza" Antonio Machado

miércoles, 1 de enero de 2014

Una sociedad de Pitarch podría ser la encargada de pagar los sueldos de Moisés, Soler y Bruixola

Foto. Oliver Duch.
Una sociedad de García Pitarch podría estar pagando los sueldos de Moisés, Soler y Bruixola. El Real Zaragoza estaría pagando 1.350.000 euros aproximadamente a una sociedad del Director General y de ahí, y siempre supuestamente, el propio Pitarch pagaria a los empleados citados quedándose una buena parte  de la cantidad señalada que correspondería a su sueldo. Incluso también podría darse las circunstancia de ser una empresa o sociedad de Agapito, y no así el Real Zaragoza, la encargada de realizar el pago al Director General.  

El pasado 7 de julio, Jesús García Pitarch llegó a un acuerdo con el Real Zaragoza para incorporarse como Director General del club aragonés tras haber pasado por los despachos del Valencia, Atlético de Madrid, en donde estuvo cinco años, y el Hércules, con quien concluyó su relación laboral días antes de hacer oficial su incorporación a la entidad aragonesa. 

                                               QUIQUE RIVEROLA

"El ojo del avaro no se satisface con su suerte; la avaricia seca el alma". Eclesiástico.