lunes, 21 de abril de 2014

La llegada de Piculín y el triunfo de la cantera

Foto. La Casa del Baloncesto


Tras la magnífica temporada realizada por el CAI Zaragoza en la campaña 86/87, la dinámica del baloncesto aragonés, y la del baloncesto nacional, avanzaba con rapidez y sin freno, las competiciones se solapaban las unas con las otras, lo que convertía la preparación física en un aspecto fundamental a la hora de poder aguantar el ritmo infernal que tenían que seguir aquellos equipos que tuvieran el privilegio de jugar en Europa.

En la campaña 87/88, el CAI Zaragoza intervino en cinco competiciones diferentes: Liga, Copa, Korac, Liga Aragón-Euskadi y Torneo Príncipe de Asturias. La directiva del club, encabezada por el presidente José Luis Rubio, tuvo que tomar rápidas decisiones ante el bajo rendimiento de uno de los extranjeros contratados. Se había fichado a Brown, quien durante la pretemporada dio resultados negativos, la experiencia de Zeravica le permitió ver con rapidez que se necesitaba un cambio inmediato de jugador. Sus deseos fueron órdenes y Brown le dejó el puesto a un ‘Piculín’ Ortiz que llegó para el segundo partido de Liga, poco después el puertoriqueño recibió una oferta de los Utah Jazz. ‘Piculín’ cumplió la temporada completa con sus compañeros.

Ese año, temporada 87/88, Pepe Arcega pasó a ocupar la titularidad en la base, mientras que la baja de José Luis Llorente la cubrió un prometedor Ruiz Lorente. Cabe destacar que la segunda plaza de extranjero dejó de pertenecer a Riley para pasar a ser propiedad de Lampley. Durante la primera fase el equipo cumplió y fue capaz de ocupar una importante cuarta plaza sin grandes destellos pero con mucha seriedad. ‘Piculín’ se convirtió en una de las mayores atracciones del campeonato.

Por primera vez en la Liga ACB el CAI Zaragoza tuvo como rival al Magia de Huesca, su rival vecino. Tercer puesto para el equipo caísta en la segunda fase y enfrentamiento contra el Real Madrid en las semifinales de los play-off.  Los blancos se convirtieron durante esta temporada en la bestia negra de los aragoneses, el Real Madrid vencería al CAI en las semifinales de Liga y les derrotaría también en la final de la Copa Príncipe y de la Copa del Rey. A pesar de las derrotas el equipo aragonés demostró una vez más su gran nivel peleando todos sus encuentros hasta el último instante. Además, esa temporada, la 87/88, fue la campaña de la confirmación de una cantera que seguía creciendo convirtiéndose en la envidia de España. De los diez integrantes de la plantilla eran hasta siete los que provenían de los equipos bases del club.


                                               QUIQUE RIVEROLA

"La historia es la ciencia de lo que nunca sucede dos veces", Valéry Paul. 

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