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| Foto. Oliver Duch |
Agapito Iglesias parece tener un plan de futuro tras haber sido citado a
declarar como imputado el próximo 20 de febrero en el llamado ‘caso Plaza’ por
presunta malversación de 50 millones de euros en la gestión de la Plataforma
Logística de la capital aragonesa. Las acusaciones se centran en la supuesta
falsificación de facturas por parte de una de sus sociedades a favor de la
empresa mercantil de las hijas de uno de los principales implicados en la
causa, el ex gerente de Plaza, Ricardo García Becerril. Pues bien, el máximo
accionista del Real Zaragoza parece no querer abandonar el club bajo ningún
concepto y por ello podría haber pensado en varias alternativas que supuestamente
serían ya conocidas por su entorno más cercano.
Actualmente el Real Zaragoza es la empresa que genera los mayores
ingresos para Agapito Iglesias si tenemos en cuenta como están el resto de sus negocios
centrados en la construcción, situación complicada aún a pesar de los intentos
de extenderse fuera de España con unos resultados que hasta la fecha no han
sido los más esperados. Una supuesta realidad la comentada que podría haber
reconocido el propio protagonista a sus más íntimos llegándoles a afirmar que
es el Real Zaragoza quien le mantiene en el día a día. Es por esto por lo que
podría haber reconocido sus deseos de continuar con el club siempre y cuando no
apareciera un gran inversor loco que pagará por sus acciones una cantidad impensable e irreales a estas alturas u ocurriese cualquier otra circunstancia inesperada que le
obligara a abandonar la entidad aragonesa.
Las acciones del Real Zaragoza se encuentran a nombre de la empresa
Zaragoza Sport Arena Siglo XXI de la que Agapito Iglesias es administrador
único. El máximo accionista podría haber valorado la posibilidad de poner a su
hijo. Víctor Manuel Iglesias, como dueño de sus acciones para evitar así que,
si la justicia lo inhabilita por llegar el caso Plaza a cotas muy elevadas, no
pudiera esta imponer la presencia de un administrador concursal al frente del
Real Zaragoza. El máximo accionista podría haber pensado incluso en un pequeño equipo de
personas que pudieran ayudar a su hijo, aunque parece que todo esto no sería más que una
maniobra para seguir dirigiendo el club el propio Agapito Iglesias, quien
también podría haber valorado en menos medida la posibilidad de poner a una
persona de su confianza para llevar sus acciones evitando la extrema
responsabilidad que podría suponer esto para su hijo. Quien sabe a estas alturas si las ideas comentadas con anterioridad ya fueron ejecutadas en la intimidad. Eso sí, cualquier
movimiento que realice estará muy vigilado por la justicia teniendo en cuenta
su situación actual, por lo que, según los movimientos que pudiera hacer en
este aspecto se le podría llegar a acusar de alzamiento de bienes si
así lo considera la justicia y sus pasos no son los correctos. La idea pues podría haber sido ejecutada, podría hacerse en un futuro o quedarse tan solo en un pensamiento sin desarrollo al imposibilitarlo la justicia.
Cierto es también que, en menor medida, algunas personas cercanas a Agapito Iglesias le
podrían haber aconsejado desprenderse del Real Zaragoza si los problemas de
Plaza llegaran a complicarse de tal forma que fueran necesarias grandísimas y extratosféricas cantidades de dinero para pagar unas posibles indemnizaciones que a estas alturas no se valoran de ninguna manera ya que no se cree que pudieran llegar a ser tan elevadas como para tener que vender el club buscando el dinero en efectivo necesario. Digamos que es una opción que algunos han puesto sobre la mesa valorando todas las alternativas aún pensando que no pasará lo contado pero cubriéndose las espaldas. Estas personas también podrían considerar la presencia de Agapito al frente del Real Zaragoza
como una inyección de mayor presión social para el máximo accionista, otra circunstancia por la que los aludidos aconsejan al máximo accionista dejar el club aragonés. Pero, insisto, el máximo accionista no quiere dejar el Real Zaragoza y tampoco se considera de forma real que la situación llegará a tal extremo que se tuviera que vender el club para hacer frente a las indemnizaciones, ni mucho menos así se piensa.
Si en esto de Plaza existe valentía real a la hora de buscar justicia podrían salir muchas cosas y muchos culpables si tenemos en cuenta que son algunos los parecen haber hecho de su capa un sayo en la Plataforma Logística de la capital aragonesa.
QUIQUE RIVEROLA
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