martes, 18 de febrero de 2014

Cesc Fábregas; El Alquimista

Foto. Lluis Gené
Al igual que sucedió con el joven pastor que protagonizó el libro que con arte escribió Paulo Coelho, a finales de los ochenta, sucede ahora con un Cesc Fábregas que parece soñar su vida mientras vive sus sueños. El de Arenys de Mar, al igual que hiciera el pastor Santiago en El Alquimista, también emprendió su duro viaje en busca de su gran tesoro; alcanzar el éxito futbolístico con el que siempre había soñado. Y lo encontró. Y volvió con la maleta llena de orgullo, fútbol, magia e ilusión.

Nadie mejor que Cesc para ser consciente de las dificultades que entraña el triunfar bajo tu propio techo, más aún cuando aún siendo de la casa los tuyos han tenido que desembolsar un buen saco de millones habitualmente destinados a los de fuera. El catalán marchó tras ser educado en La Masia y regresó siendo un gentleman con la capacidad suficiente como para bailar bajo la arrítmica música de viento que en ocasiones llegó desde la grada. Pero su fútbol, bañado en oro,  produjo un efecto alquímico, un proceso de transformación capaz de convertir los sueños en una bonita realidad. Fábregas ha mostrado una enorme habilidad para mantener el equilibrio sobre el flexible alambre del fútbol, esa ha sido la gran virtud que le ha permitido mantener la calma en los momentos de mayor zozobra; su llave del éxito.

Cesc no es inmune a la irregularidad con la que vive todo futbolista, él también está acostumbrado a surfear sobre las curvas de rendimiento que son el suelo sobre el que pisa todo deportista…pero Fábregas sabe esperar su ola con paciencia consciente de su calidad. El de Arenys es quien prende la llama del fuego que posee Messi asociándose con él como nadie sabe hacerlo, el centrocampista es el mejor celestino entre esa relación que mantiene Pedro con el gol y quien mejor aparece cuando nadie lo espera para aportar orden y desorden al mismo tiempo. Tiene gol y una fría definición letal, pero es esa virtud que le permite convertirse en un generador de ocasiones el mayor beneficio para los suyos y el mayor perjuicio para sus rivales, los primeros logran más libertad y espacios al estar los segundos pendientes de un Fábregas al que saben no pueden dejar solo ya que en cualquier momento puede romper por cualquier lugar inesperado. Ahora, además, ha asimilado la importancia que tiene su presión en el juego ofensivo de los suyos. Cesc hace mucho aun cuando parece que no hace nada, su sola presencia aporta mucho ante la nerviosa preocupación de quienes tiene enfrente.


Fábregas , en ocasiones, puede parecer perdido porque no es de esos hipócritas que utilizan falsos aspavientos para llamar la atención aportando poco. Cesc posee el arte de crear ilusión sin grandes alaracas, mucha imaginación y grandes dosis de fútbol solidario que es capaz de convertir en arte un deporte callejero.  El de Arenys regresó a Barcelona para ganarse el derecho a ser titular y lo logró. Si se le muestra confianza sincera el demostrará su calidad con constancia, en el Camp Nou y en la selección Su magia, por inesperada, es fundamental y determinante... Sólo él es capaz de sacar una chistera de un conejo cuando todos esperan que sea el conejo quien salga de la chistera. Cesc Fábregas; El alquimista con magia.   

                                                 QUIQUE RIVEROLA

"La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible y aprender las lecciones de ambos mundos", Paulo Coelho.  

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