Y Manel Comas llegó a Zaragoza

Foto. Heraldo.

En la temporada 85/86, llegó hasta la capital aragonesa un técnico joven con ambición e ilusión, Manel Comas. El técnico mantuvo entonces la plaza de extranjero de Riley acompañándolo de el primer americano blanco de la historia Chuk Aleksinas. José Luis Llorente se incorporó para llevar el timón del equipo dentro de  la pista. Fue un año en el que el CAI Zaragoza volvió a crecer regresando de nuevo a los puestos privilegiados de la clasificación. Esa campaña el equipo alcanzó finalmente la cuarta plaza y derrotó por vez primera al Real Madrid. Fue el 4 de enero del 86 cuando los caístas derrotaron a los blancos por un punto de diferencia, 88-87. El equipo aragonés, que ese año también derrotó al Joventut, volvió a codearse con los grandes.

En la temporada 1986/87 Manel Comas siguió como técnico del conjunto aragonés, continuó Rilley ocupando una de las plazas de extranjeros defendiendo la elástica rojilla por tercer año consecutivo. Su compañero pasó a ser McDowell en sustitución de Aleksinas. La cantera siguió mostrando su evolución demostrando el gran trabajo realizado con los jugadores de la casa. Durante esa campaña los juniors Jiménez y Mara se pusieron a las órdenes del entrenador catalán. Esa temporada, la 86/87, fue la mejor campaña de un equipo que quedó  segundo de su grupo tras la primera fase. En la segunda, como ya ocurrió en la primera fase, el CAI iba a comenzar venciendo al Barcelona, tras los catalanes fueron también derrotados los jugadores del Real Madrid, pero algunos resultados no muy favorables dejaron  al equipo clasificado en una meritoria tercera posición. Los play-off depararon entonces un enfrentamiento ante el Joventut de Badalona en las semifinales. En ese play-off, al mejor de cinco partidos, los catalanes demostraron seguir siendo un bloque compacto, aunque la igualdad de los tres encuentros disputados mostraron también las virtudes de un CAI Zaragoza que vendió cara su derrota.

                                                QUIQUE RIVEROLA

"Ser sabio no significa saber de todo, sino haber vivido todo".