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En la temporada 1981/82, campaña en la que el
equipo aragonés caminaba sólo por los tortuosos caminos de la Liga regular tras
desvincularse del Centro Natación Helios, José Luis Rubio contrató al segundo
americano de la historia tras la llegada de Williams. Hasta la capital
aragonesa llegó Gregory, el primer jugador negro en la historia del club, además le acompañaron hombres tan importantes
como Fernando Arcega, quien acabó siendo en aquella temporada el máximo
anotador del equipo, Manel Bosch, Quino Salvo, Pérez, Nicolao, los Sánchez,
Cabezudo, el principiante por aquel entonces Pepe Arcega y el veterano
Iradier. Ese grupo alcanzó logros importantes teniendo en cuenta que era un
equipo novel dentro de la categoría, acabaron sextos en la Liga y lograron derrotar a equipos tan importantes
como el Cotonificio, Estudiantes y Juventud. Pero aquel CAI conquistó algo más
importante que los propios resultados, ese CAI Zaragoza creó la sólida base
sobre la que se sustento un equipo con carácter, con alma e ilusión. En aquel
momento, casi sin saberlo, se creó algo más que un club de baloncesto, algo más
que un equipo, en aquel momento se sembró la semilla que convertiría a una
ciudad entera en apasionada de la canasta. Un temporada después, en la campaña
1982/83, la plantilla siguió experimentando cambios a la vez que continuaba con
su paulatino crecimiento. Sobre una base formada por Manel Bosch, Fernando
Arcega y Manel Sánchez, se fue
edificando un equipo que contó con los refuerzos importantes de Stewart y
Querejeta, un equipo que mejoró el sexto puesto del primer año acabando en una
privilegiada cuarta posición.
QUIQUE RIVEROLA
"La historia no es mecánica porque los hombres son libres para transformarla" Sábato Ernesto.
QUIQUE RIVEROLA
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